sábado, 17 de agosto de 2013

No puedo con el calor.




Mes y medio llevo de preparación cara a la vuelta a la media maratón, y: ¡Que calor hace! 

Ni por asomo estoy cumpliendo los entrenos previstos. Ya me suponía que iba a ser complicado volver a los entrenamientos. Además de las presupuestas pequeñas lesiones que se suelen tener cuando se sufre una modificación importante tras una operación, en mi caso dos; y que se quede ahí. En este mes y medio la lista es larga: inflamación de los ligamentos externos de la rodilla izquierda, inflamación de la planta del pie, y del dedo medio del pie izquierdo; sin olvidar un par de sobrecargas, y  una faringitis que me ha tenido cuatro días fuera de combate total…

 Como dice mi amigo Juan Carlos, “No, si todos estáis lesionados. Si nadie entrena. Y luego os veo todos los días corriendo por ahí”. Que razón tienes Carlos. En fin, como iba diciendo, que a duras penas voy siguiendo el plan de entrenamiento previsto. Aunque lo que se me está haciendo más duro, no son las molestias y lesiones, son “los calores”. 

Club Playas de Málaga en la carrera de El Corte Inglés 2008
Nunca me he llevado bien con las altas temperaturas, de hecho, en todos los años que llevo corriendo, nunca he preparado una prueba larga para comienzo de temporada. Siempre suelo comenzar preparando como inicio de temporada la carrera del Corte Ingles, que se celebra a finales de octubre. Un diez mil con mucha afluencia de corredores que suelo  hace, más que para competir, para disfrutar del ambiente deportivo que se respira en todo el recorrido, y el reencuentro con los compañeros, así que el entreno se reduce a salidas a trotar en agosto, y algo ritmos controlados a partir de septiembre. Las competiciones exigentes las dejaba para finales de año, con la media de Córdoba como pistoletazo de salida. Así que es a partir de septiembre-octubre, cuando empiezo los entrenamientos propiamente dichos. El verano lo paso con más pena que gloria, saliendo a correr por sensaciones, y dejando el cronómetro en casa. 

En esta ocasión no puede ser así. Si bien el objetivo es retomar la distancia, tambien es cierto que no me vale tan sólo con terminar, el tiempo ha realizar ha de ser moderadamente exigente. En las medias maratones no soy conformista. Así que aquí me tenéis, a mes y medio de la competición, y no sólo con dudas de si podré llevar un ritmo medio todo el recorrido; en este caso el planteado es de cinco minutos el kilómetro, sino con el “resquemor” de si podré finalizar la distancia. Y es que el calor es mal compañero de entrenamiento, y hasta ahora no me ha dejado progresar en ningún sentido. 

Tengo la esperanza de que en septiembre comiencen a bajar algo las temperaturas, y las molestias y lesiones me respeten, y así poder exigirme  más en los entrenamientos, porque lo que es hasta ahora, las dudas ganan por goleada a lo previsto. Y es que no puedo con el calor.




Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Animo!!! Seguro que dentro de un par de semanas cuando las temperaturas remitan podrás dedicarte plenamente a ello, si no siempre te puedes venir aqui a entrenar :P

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  2. Antonio, cuesta entrenar en serio en verano, yo hace años me preparé cuatro maratones consecutivos en octubre, año tras años, pero después me ha sido imposible. La calor nos hace entrenar con peores sensaciones, pero ahí están en nuestras piernas y para algo nos servirán ¿no?

    un abrazo //..

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