domingo, 30 de marzo de 2014

Correr por otras latitudes.


Siempre es grato variar los recorridos de entrenos, pero si además el cambio es radical, la salida nos traslada a nuestros primeros pasos. No sólo cuando descubríamos nuevos recorridos para entrenar, sino cuando íbamos descubriendo nuevas sensaciones.
Fresquito si que hacía
En estos días he tenido la oportunidad de entrenar en la ciudad de Cardiff, en Gales. No ha sido sólo salir a correr, han sido tres salidas dentro del plan que sigo para la Media Maratón de Málaga, por lo que he necesitado buscar un recorrido para series, tirada larga, y ritmo controlado. En quince minutos de trote ya tenía el recorrido para las tres salidas; todos partiendo de Bute Park, el parque principal, que no el único, de la ciudad. Un camino amplio de tierra y gravilla prensada de 81 kilómetros para la tirada larga (evidentemente con 20 kilómetros tuve suficiente), Un recorrido circular de hierba, dentro del parque, de dos kilómetros, ideal para las series; y otro camino mixto de tierra y hierba, paralelo al rió Taff, con desniveles. El camino de tierra y gravilla prensada une la bahía de Cardiff con varios  pueblos, pasando por parques, barrios, centro de la ciudad, y adentrándose en bosques y montañas; sin cortes ni barreras. Limpio y bien delimitado, tiene una anchura suficiente como para que soporte el paso de ciclistas, corredores, y paseantes, sin que por ello se molestes los unos a los otros. También ayuda la educación de las personas, claro.


81 kilómetros de camino ininterrumpido


Las comparaciones son odiosas, pero no se pueden evitar. El parque, y los caminos que menciono, son espacios públicos para disfrute de paseantes, ciclistas, corredores, niños, abuelos, gente con perros; están cuidados, limpios y en perfecto estado de utilización. Nada que ver con los caminos que tenemos que buscar para correr por aquí. En mi caso: por el arcén de una carretera, o por las estrechas y estropeadas aceras; y si salgo hacia las afueras, con mil ojos con los coches y con los perritos sueltos. No puedo evitar sentir envidia. La importancia que le dan a las zonas de esparcimientos en otros países está muy por encima de la que se les da por aquí.


Bute Park
Aunque parece que la cosa está cambiando. Los nuevos parques suelen ir con dotaciones para el deporte, carriles bici, pista de patinaje; además de las zonas clásicas para críos, y sigue creciendo los  carriles bici a lo largo de la ciudad. Aunque echo en falta el que se hicieran carriles polivalentes, tal como he podido comprobar  en otras latitudes. Por algo se empieza. Ahora sólo queda que los ciudadanos vayamos acostumbrándonos a respetar estas zonas para lo que están creadas, y a cuidarlas como si “fueran nuestras”.

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lunes, 17 de marzo de 2014

Perros sueltos y la madre que los.....


Es habitual verlos así.

Que susto me pegué. Terminaba de subir la cuesta que va del portón de la presa del Limonero hacia el pantano del Agujero, y a la altura de de las meses que hay puestas para que la gente coma, escucho: “¡¡¡Boby, no. Para. Ven!!!” Me vuelvo y veo a Boby, un pastor alemán, con la cara desencajada, a todo trapo hacia mí. Yo no sé de donde saque las fuerzas, el caso es que me pegué un esprín cuesta arriba que ni Usain Bolt. Por más que corría, más rápido venía el perro… y los dueños: riéndose ¡Que gracia! Tuve  suerte,  se paró cuando cogí la curva que hay al final de la cuesta. Se ve que al perder de vista a los dueños perdió la confianza, o el instinto de protección del terreno, la mala leche, el instinto depredador, o lo que mierda le hiciera al perro salir a por mí.


Evidentemente no me volví para decirle a los dueños lo que pensaba de sus risitas al verme correr desesperado. Ni de coña marinera me acerco otra vez por allí; aunque sí que les dediqué, por cortesía, unos pensamientos hacia sus progenitores y todos sus ancestros. Volví por “La Tana”, la carretera que está al lado opuesto de la autovía, con la esperanza de cruzarme con la policía y avisarles del hecho. No por mí, que también, sino porque por esa carretera pasan muchos ciclista, , y si se le cruza el perro… además, tener un perro suelto, y sin bozal, en un lugar donde las familias van con chiquillos a que jueguen y pasan el día en el campo, me parece una imprudencia y una temeridad por parte de los dueños de los animales.

Creo que la mayoría de los corredores hemos sufrido alguna vez algo así. Cuenta mi  amigo Emil…,  bueno, digamos “E punto A punto” (prefiero no revelar su verdadera identidad, así que con estas iniciales bastará) una anécdota que le paso por los mismos parajes que a mí:

“Hace unas fechas, subiendo por la venta del Túnel, a “EA” (lo de “EA” es por abreviar y no poner “E punto, A punto todo el rato), como decía, a mi amigo “EA” le salieron  varios  perros, obligándolo a pegarse un buen carrerón. Al igual que a mí, los  dueños no estaban lejos, y pudo recriminárselo, aunque, por lo que cuenta, dudo que le hicieran mucho caso. Pero no terminó ahí la cosa: Poco después, llegando a una curva, a “EA” se le apareció la “Vieja de la Curva”… si, si, como os digo; se le apareció ese ser casi traslúcido y luminiscente, que espera en las curvas de las carreteras solitarias a confiados conductores, aunque  la mayoría de las veces es jovenzuela, y no abuela, como se le apareció a él. En este caso no conducía un choche,  claro,  corría; bueno, cuando la vio, volaba. 
Emil... digo, "EA" en plena curva peligrosa.


La vuelta, que suele hacerse en algo más de media hora, la hizo en doce minutos. Llegó con las rodillas temblonas, y el pelo blanco. Mi amigo Emil… digo “EA” aun es joven, pero ya, desde ese día, pinta canas. Tuvo que tomar como reconstituyente, en lugar de Aquarius, litro y medio de tila.”


Anécdotas a parte, creo que las autoridades deberían ser más estrictas en estos casos, ya que parece que los dueños no son capaces de ver el “peligro” potencial de sus mascotas. Meto a todos y que se salve quien pueda. Es normal ver los perros sueltos sin  bozal en cualquier lado;  no recuerdo la última vez que vi a un perro con bozal.  Todos los perros, según sus dueños, son muy buenos, y no muerden ¡No te preocupes, ladra pero no hace nada! Que se le digan al turista que paseaba por una playa del norte de España no hace muchas fechas, y que todos pudimos ver por televisión los resultados del  perro en sus piernas. Suerte tuvo que no le cogió el cuello cuando cayó a la arena tirado por el empellón que le dio al morderle. Si quieren tenerlo suelto para que el perro corra, ¿Qué problema hay en que lleve un bozal? ¿Acaso le impide correr? Lo único que le impide es que le pegue un bocado a alguien y se lleve una “tajá”. Claro que el problema no son los perros en sí, el problema son los dueños. Para tener una mascota, y disfrutar de ella como es debido, no basta con darle de comer y sacarla a cagar a la calle, también hay que educarlas y sacarlas con su correa y su bozal. Si no puedes mantener un trote, y correr con el sujeto, pues se va en bici; o como mínimo, su bozal, para que no sea un   peligro  para las personas que estén a su alrededor.   

¿Tan difícil es disfrutar de las mascotas con seguridad para todos?
Está visto que las “amenazas” de sanciones son inútiles. Las autoridades deberían, además de sancionar, retirarles las mascotas a las personas que no saben cuidarlas. Por el bien de los animales y de las personas.



9ª Semana de preparación MMM 2014


martes, 11 de marzo de 2014

Mini Maratón Peña el Bastón




Primer, y único, competición terminado. Ha sido la Mini Maratón de la Peña el Bastón: 7.800 m. en 35´04´´, sale a 4´30´´ el kilómetro. 



La crónica:

Subida a Gibralfaro
La Farola de Málaga
La mañana empezó  junto a la Farola de Málaga, donde estábamos citados los  compañeros del Club, a las nueve de la mañana, para ir trotando hasta la salida de la competición. Así que cinco kilómetros de trote, charla, bromas y buen ambiente, para calentar motores. Apena si tuvimos el tiempo justo para validar los dorsales en la salida y estirar un poco antes del pistoletazo. Salida rápida. Calle Frigiliana es amplia lo que hace que los novecientos corredores que nos dimos cita no sufriéramos los clásicos “atropellos”. A los pocos metros entramos en el  Paseo  Antonio Machado, donde cojo el ritmo previsto. Pasando por el Parque de Málaga mi compañero Miguel, incansable animador, corredor, y nadador, hace unos metros junto a mí, animando (gracias Miguel, siempre es grato verte animando). Cojo  el Paseo de Reding manteniendo la velocidad, aunque el calor, y la boca reseca, me hacen arrepentirme de no haber cogido una botella de agua en el avituallamiento. Llega la cuesta. Enfilo el “Camino Nuevo”, y me quedo clavado. No puedo con mis piernas, la cabeza comienza a pedir que me pare. Me cuesta “Dios y ayuda” el no hacerlo. Bajo más el ritmo, ya se trata de llegar al final de la cuestecita.  El último empujón lo recibo de las incansables animadoras: Lola, la mujer de Bori, y alguna más que se me escapa, pero que no quiero dejar de agradecer el que estén siempre ahí, animando. Ya en meta, felicito y saludo a los compañeros que han terminado, y a los que van llegando, para, antes de enfriarme, volver  trotando hasta la Farola, donde me espera mi animadora particular.



El Presi y Cía
Pese a que la media del ritmo parece que no está mal, el final de la carrera no cumple con  mis expectativas. Es cierto que hasta antes de la subida iba promediando 4:15, en algunos momento 4:10, pero en la subida me ha salido a más de 5:30. Muy mal, a esta altura de los entrenamientos debería subir sobre cinco minutos el kilómetro y con soltura, estamos hablando de una subida de no más de dos kilómetros, en cuestas más prolongadas ya sería otra cosa; y ha sido todo lo contrario: cerca de seis y sin fuerzas, no hay más que ver la cara que llevaba en la cuestecita de las narices.


Carlos tirando del "pelotón"
 Está claro, el ritmo en llano demasiado forzado y he llegado muy cansado a las cuestas. Parece que se aleja un poco ese 1:30 en la media maratón de Málaga, así que esta semana me la tomo de reflexión, y me replantearé las tiradas de calidad que me faltan hasta la fecha de la competición, así como los kilómetros a recorrer. De entrada, lo que tengo claro, es que se acabaron las series cortas, las pesas, las mujeres, el  tabaco,  el vino, el pegamento… bueno, algo dejaré, que todo no va a ser correr.


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