jueves, 19 de febrero de 2015

Tirada larga:Cardiff - Taff´s Well - Cardiff (...y el grajo volaba bajo)



Ni frío que hacía.

Son las nueve de la mañana, salgo a la calle y el primer ser vivo que me cruzo es un grajo, y si, volando a ras del suelo. Estamos a dos grados bajo cero, y la niebla lo cubre todo, no se ve a cinco metros; aun así me dispongo a hacer la tirada larga. “¡Hay que tener ganas!”, me dice la familia. Guantes, gorro, bragas para el cuello, camiseta interior, camisa de mangas largas, y chubasquero, junto a unas mayas, y las zapas, me provocan un bochorno inaguantable dentro de casa; pero claro, no voy a calentar en la calle. La tirada será desde la bahía de Cardiff hasta la población cercana de Taff´s Well y vuelta, algo más de veinte kilómetros.


Preparado para salir
Tras diez minutos de calentar articulaciones, y estirar un poco, salgo a la calle. Son ya las diez de la mañana y la temperatura sigue bajo cero. Además no se espera que suba mucho más; no más de tres o cuatro grados sobre cero. Es la temperatura normar para este mes aquí, en Cardiff.


Aquí ya levantaba la niebla.
Salgo casi desde la bahía, para atravesar el centro de la ciudad. Rápidamente aprendo  que el agua del suelo, no es tal, es hielo; así que el kilometro y medio que me separa de “Bute Park” lo hago pegando patinazos cada dos por tres (seis).  Ya en el parque, y al abrigo de los árboles, la temperatura se hace más “llevadera”. Todo el camino que voy a seguir está flanqueado por árboles, lo que hace que no se sienta tanto el frío. Aunque tiene su lado malo: si le da por levantar la niebla, y salir al Sol, tampoco sentiré sus efectos. 


Mi más incondicional seguidora.
Pese a que es difícil calentar la musculatura con estas temperaturas, el ritmo que puedo marcar, casi todo el camino, es de cinco minutos el kilómetro. Pudiendo sentirme totalmente cómodo durante todo el recorrido. El recorrido y el ambiente deportivo que se ve  invitan a disfrutar de la carrera. No paro de cruzarme con corredores y ciclistas, algunos con apenas un pantaloncito corto y una camisetita de mangas cortas, ¡la madre que los matriculó!, entran escalofríos nada más recordarlo. 


Pese a tener que cruzar barrios, distintos parques y poblaciones, en ningún momento el camino se corta. No se ve un socavón, ni un papel, ni caquitas de perros; y las plantas, el río, y los árboles te acompañan durante todo el camino; el cual, según me comentaron, tiene una longitud de 80 kilómetros. Lo tendré en cuenta para la próxima por si me da por hacer una tirada de ciento sesenta kilómetros, o así. Pero esta me conformo con lo previsto en mi “plan para la Media de Málaga”: Han sido 21 kilómetros a ritmo progresivo. 


Salud y kilómetros
Destacar que apenas cinco kilómetros de mi punto de partida levantó la niebla y salió el Sol (¿y ahora “pá que leche te quiero”?), así que mi paso por el centro de la ciudad fue más “seguro”: el agua era agua, no hielo. Termino el recorrido donde lo empecé, y con mi mente puesta en la recuperación posterior a la tirada… en el O'Neill's, con una Guinness y una hamburguesa que no se la saltaba un galgo. Y lo mejor, claro está, junto a la familia.


Si queréis ver el recorrido y la tirada: 




,,!,,

Entre pan y pan: 2 hamburguesas de 12 onzas cada una (680 gr), dos filetes de magro, doble de bacon, doble de queso, lechuga, tomate, cebolla, pepino. Más la fuente de patatas fritas y los aritos de cebolla; pues cayó enterita; aunque no puede con todas las patatas. Y dos pintas para bajarla, claro.
Pd. Todo muy bonito, muy limpio, y muy curiosito; pero donde esté mis tiradas por la playa, y su mediterráneo, no se pone nada.

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