Pues
ya están aquí, de nuevo, las temibles lesiones. En esta ocasión es una
sobrecarga, una lesión muy común, y fácil de tratar. Emilio, el fisio que me
trata desde la operación, tras hacer las pruebas pertinentes, a descarta
cualquier otra patología, así que despues del susto inicial, me quedo más
tranquilo. En realidad,
la sobrecarga muscular no es una verdadera lesión. Es la consecuencia de
someter a un músculo, o a un grupo de músculos, a un esfuerzo excesivo. Se produce por la repetición prolongada de un movimiento, debido al uso
de pesos excesivos, o, como creo es mi caso, por ambos motivos. Se percibe como
un dolor muscular difuso, pesadez, y falta de velocidad en los movimientos.
Suele producirse a comienzo de temporada, o al añadir nuevos ejercicios. Lo
peor de esta lesión, no son sus síntomas, sino que es la antesala (el
aviso) de lesiones muscular verdaderas.
Mapoma 2010. Participantes del Club Playas de Malaga. |
Desde que me operé de la rodilla no he parado de
hacer ejercicio. Al principio solo isométricos y algo de piscina, pero conforme
me he ido recuperando, y el cirujano me lo ha ido recomendando, he incorporado
bici, carrera y ejercicios con pesas para fortalecer los músculos de la pierna
operada. Bueno, la verdad que la musculatura se ha perdido mucho en ambas
piernas, y ya sabemos que: se pierden en un mes, y se tarda en recuperar años. El caso es que muchas veces
por el ansia de recuperarme lo antes
posible, fuerza uno, antes de lo debido, la maquinaria; y lo que debiera estar
haciendo dentro de dos o tres meses lo estoy realizando ahora. Hablo de
potenciación, no de aeróbico. Esto último lo tengo meridianamente claro. La
evolución en la carrera no me es desconocida, todo lo contrario. Muchos años ya
en esto.
El tratamiento de la sobrecarga es muy simple:
estiramiento de la zona afectada, masaje descontracturante, incluso con alguna
pomada antiinflamatoria, y reposo de la actividad deportiva durante unos días. En
la mayoría de los casos, se suele
“arreglar” con una visita al fisio para descargar la tensión muscular, y dos
días de descanso. Aunque la mejor medicina, como en todo en la vida, es
prevenir, y nada más fácil. Todos los corredores sabemos como se evitan:
calentar bien, y estirar antes y despues de cada entrenamiento, y, sobre
todo, adecuar los entrenamientos a la condición física que tenemos en cada momento.
Esto último es algo más difícil si el entrenador que tenemos somos nosotros
mismos.
Así que ahora toca una par de sesiones de
fisioterapia para descargar bien la tensión de los músculos. Una semanita sin correr, y dos sin
hacer pesas; y… de vuelta a los ruedos.
,,!,,
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