Pues eso, un año más con la forma física a
tomar por… saco. Han bastado dos
semanitas de dejar de correr, mes y algo de comer sin miramientos (bueno,
miramientos por los heladitos), y quince días de vacaciones, merecidas, vive
dios.
La semana pasada salí un solo día
a trotar un rato. No llegué al kilómetro y me tuve que parar. Me empezó a doler
la rodilla, los tobillos, y las lumbares. Vamos, hecho un chiquillo que estoy
en apenas dos mesecitos de tocarme los cataplines. El domingo, y por emular lo
que es un entreno formal, intento de tirada larga. Medio hora trotando, y
apenas cinco kilómetros, y reventadito, así que media vuelta y “pá los
corrales”. En total una hora y seis minutos para hacer diez kilómetros. Esto
promete.
Me queda otra semanita más de
transición, justo la que queda de vacaciones. Eso sí, he aprovechado para hacer
algo de ciclo y natación, por lo menos para frenar la “crecida” de los
michelines, porque lo que es comida, hasta la próxima semana no tengo
miramientos.
El único deporte serio que he
hecho ha sido apuntarme a la maratón de Málaga de este año; así que ya tengo
proyecto para finalizar el año, y en breve me sentaré a planificar lo que será
el entrenamiento de la misma, que como sabéis es lo más duro (el planificarlo
no, el seguirlo, claro). En cuanto lo tenga lo publicaré por si alguien se
anima a seguirlo.
Así que en breve comenzaré a
disfrutar de nuevo de entrenos y competiciones, pero mientras, a seguir
disfrutando de mi forma física actual.
,,!,,
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