No pudo ser. Estaba convencido de
que mi tiempo rondaría la hora y media, y me he ido a la hora treinta y cinco.
Tras una semana de “descanso”, me he puesto a analizar la carrera y el
resultado final, la conclusión: me han faltado kilómetros de entreno;
traducidos en salidas más largas, no en más días de entreno, y series más
largas.
En los momentos previos. |
A las nueve de la mañana ya
estaba en los alrededores del Martín Carpena. El reencuentro con los compañeros.
Las charlas, bromas y fotos, lo mejor de la jornada, preceden al calentamiento. Quince minutos de
trote y estiramientos, suficiente, y al cajón de salida. La “cabeza”, lo más
importante en las carreras de fondo, está preparada y lista desde hace un mes.
Dan la salida, y hasta el kilómetro dos y medio no consigo ponerme al ritmo
previsto, 4´10´´ el kilómetro. Empiezo a adelantar a compañeros con tiempos previsto
por encima del 1:40. Al “globo” del 1:35 le doy caza antas del primer
avituallamiento, donde bajo el ritmo a 5´: no soy capaz de beber agua si voy a
ritmo alto, y cuanto más cantidad, más tiempo debo de estar a ese ritmo. El
caso es que me adelanta el globo 1:35 en el primer avituallamiento, para mí que
iba muy rápido, pero como mi intención era llegar sobre 1:30, lo paso y me
pongo a la vista del 1:30. En el diez, lo pierdo de vista; tengo que bajar otra
vez el ritmo para beber, y con el calor que estaba haciendo, me cargo la
botella entera. De vuelta de los Baños del Carmen adelanto a Jesús, el cual,
pese a venir sin dormir, directo de una larga noche de trabajo, llevaba un
ritmo para 1:35, cómodo para él: es corredor que está por debajo del 1:30.
La entrada por las calles del
centro me desconcertó. El suelo de adoquín, y mojado… malo. Bueno, desde aquí,
ya empecé a bajar el ritmo. El cansancio, las continuas bajadas de ritmo, el
calor; no quiero volver a lesionarme. A esa altura ya iba para hacer sobre
1:33. Pero la puntilla me la puso el globo del 1:35, que nos adelantó entre el
13 y el 14, e intente pegarme a él… lo aguanté apenas un kilómetro. Con la
moral por los suelos, bajé el ritmo y me puse a trotar. Por suerte, Jesús se
puso a mi lado, y me enganché a él. Seguía con su ritmo para 1:35, y tras
comentar el tema del globito, dedujimos que iba muy por encima de este ritmo,
como así se demostró al final: el globo de 1:35, entró en meta en 1:32, cuando
en el kilómetro 5, iba a para 1:37, ó más.
La entrada en meta la hice junto
a Jesús, en 1:35:23. Contento por el tiempo realizado, pese al calor y las
malas sensaciones que sufrí en algunos momentos. Pero es normal, nunca sale una
carrera como uno piensa.
Pica aquí para ver cómo fue mí
carrera:
La conclusión que saco sobre mi
preparación es que los rodajes deberían haber sido algo más largos. Los tiempos
de las series eran correctos, pero habría necesitado algunas series más largas:
cinco miles, o incluso seis miles. Es
verdad que el tiempo no ha acompañado. A mí, el competir con calor, me “mata”.
Pero la Media de Málaga ya se sabe que casi siempre hace calor, y que el
recorrido es algo puñetero, el viento que siempre sopla… Así que lo que se debe
hacer (lo que debo hacer) es quejarse menos, y preparar las carreras mejor (me
he “regañao” a mí mismo).
La clásica, con Juan Carlos. |
En resumen, que HE DISFRUTADO.
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