El Mister

El Mister

Después de muchos meses, he vuelto a correr por la playa de la Malagueta. Y mira por donde me topo con Antonio López Villalta, más conocido como el Míster, o como lo llamamos en el Club: el Arguiñano. Apenas han sido cuatro kilómetros juntos de trote, pero me han bastado los primeros metros para recordar por que le llamábamos “el Míster”.

Haciendo corro

 Antonio ronda los sesenta y cinco años, ha sufrido todo tipo de lesiones, entre ellas, tres intervenciones para implantarle una prótesis en la cadera, y pese a todo… sigue corriendo. Tendríais que verlo, tiene el cuerpo de un chaval de veintipocos años, y un humor envidiable. Cuando corremos en grupo, suele hacer corro alrededor suyo. Siempre está con chascarrillos, bromas, y anécdotas graciosas, pero lo que más admiro es lo que sabe de este mundillo; y no  me refiero a cotilleos, que también, sino a la parte técnica. Escucharlo hablar es aprender a entrenar y a competir. Te explica, con dos palabras, como dosificar,  cómo y cuándo hacer series, o si no hacerlas, y porqué. Si es mejor hacer cambios de ritmos,  tiradas largas, o con salir a ritmo todos los días llegas a tu objetivo…, vamos,  un Míster.

Por supuesto, la vida no se la gana con esto, tiene su profesión al margen del deporte, pero lleva toda la vida corriendo, y hace gala de una memoria prodigiosa. Recuerda a todo el mundo, de los de ahora y de los de antes; con nombres, apelativo cariñoso que gasta (algunas veces no tan cariñoso, claro), y marcas personales; las formas que tenían de correr, y los entrenamientos que hacían. La verdad es que creo que como lleva tantísimos años corriendo y compitiendo, ha tenido que coincidir con todo aficionado que ha corrido por estos lares (y allende los mares).

En definitiva una enciclopedia del corredor, abierta para todo el que se acerque a trotar con él. Me ha dado mucha alegría hacer unos kilómetros juntos de nuevo, y espero que las lesiones le sigan encalleciendo en lugar de retirarlo, para poder seguir disfrutando de su compañía muchos años más.

Un saludo, Míster.

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