Son los metros a recorrer por
aquel que se enfrenta a una maratón.
Parte de los participantes del Club Playas de Málaga |
El Presi bien acompañado |
Pese a no participar, he vivido
su preparación en carne ajena. He seguido los entrenos, lesiones,
precompeticiones, alegrías y desvelos de amigos y compañeros durante cuatro
meses, que es, aproximadamente, la duración de la preparación para la prueba.
Chema a buen ritmo. |
Pasada esta parte durísima, llegó
el gran día para ellos, y con él un estado de nervios que puede sentir como si
fuese yo el que calentaba en los alrededores de la salida. Ese momento donde
todas las dudas están presentes, y sientes que vas a liberarte de algo. Que
grato recuerdo.
Emilio tras cruzar la meta |
Personalmente siento una admiración por todos
los que se enfrentan a esta prueba. No soy capaz de explicarla. Creo que para
saber lo que significa el enfrentarse a una maratón hay que haber realizado
una. No se comparar con nada el sufrimiento que se siente, y la inconmensurable
alegría al cruzar la meta. Quizás la mejor manera de verlo es mirar a las caras
de los corredores que atraviesan la meta. Caras de sufrimiento, de dolor y
agotamiento; a la vez que las lágrimas corren por las mejillas. Aunque es mucho
peor, más desolador y doloroso, mirar el rostro de los que no pueden cruzarla.
Desde aquí unas palabras de ánimo. El trabajo que habéis realizado, si ha
merecido la pena. El que algo haya fallado en el último momento no desmerece,
en absoluto, todo el trabajo realizado. Ahí queda el reto. El mío, el poder
correrla alguna vez.
Mi enhorabuena desde aquí a
todos.
,,!,,
Dilecto amigo Antonio, tu lo dices muy bien, nuestros rostros si que eran de sufrimiento por no cruzar la linea de meta, ya que somos maratonianos convencidos. El próximo año será. Mis felicitaciones a mis amigos del Playa por sus gestas. Un abrazo
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