Iba a ser, y lo fue, un
entrenamiento de calidad, además de más largo de lo pensado, no sólo por el
viento que sopló durante toda la carrera, sino porque, pese a llegar casi una
hora antes de la salida, por poco no llegamos tarde al pistoletazo de salida.
Tras recoger a mi amigo Chema,
sobre las nueve, tiramos para Torremolinos, y sorpresivamente encontramos
aparcamiento enseguida, y muy cerca de la línea de salida, así que, a falta de
tres cuartos de hora para las diez, decidimos intentar cambiar la talla de la
camiseta que le dieron a José María al recoger el dorsal, algo pequeña para él.
Y nos hariamos las planchas... |
Conforme nos acercábamos a la línea de salida nos parecía raro. No se
oía el clásico murmullo de los corredores, los altavoces de animación, la gente
trotando y calentando por los alrededores… vamos que en la plaza Costa del Sol
no había ni Zeus. “¿Pero no salía de
aquí, como todos los años? Yo al menos así lo vi en la página web”. Tras
volver al coche conseguimos que nos digeran por teléfono el callejero de la
carrera, y que nos mandaran por wassap un plano con el lugar de donde salida la
carrera. Por debajo de la Colina, a más de dos kilómetros y medio de donde
estábamos. Así que a cambiarse de prisa en el coche y salir corriendo para ver
si llegamos a la salida.
Por los pelos. Fue llegar y
salir. Ya en la prueba mucho viento. Además transcurría toda por el paseo
marítimo y los alrededores del hospital Marítimo de Torremolinos. Vamos todo
por lugares abiertos donde el viento se dejaba sentir de lo lindo. Pese a todo salió
un buen entrenamiento. Yo pretendía hacerla sobre 1:45, y mi amigo Chema
llevaba el tobillo (casi) en cabestrillo, entremos en meta en 1:39. Eso sí,
luego nos toco volver otros tantos kilómetros hasta el coche. Así que al final
cayeron más de 25 kilómetros.
Lo dicho un entrono más que de
calidad. Y nosotros con estos pelos.
,,!,,