El deporte popular al que más
aficionados se suman últimamente solo requiere dos piernas en buen
funcionamiento y una mente. Estos son algunos de los beneficios que aporta
correr:
Correr quema grasas.
El radiólogo alemán Uwe Schütz
usó imágenes por resonancia magnética para realizar un seguimiento a los
participantes de una ultramaratón , realizando pruebas a lo largo de los dos
meses de carrera que duró la misma. En ese tiempo los corredores perdieron el
5,4% de su volumen corporal. El primer tejido afectado fue la grasa visceral,
que es la más perjudicial para la salud, aunque también se redujo la
musculatura.
Activos y longevos.
Una reciente investigación
impulsada por el Consorcio de Cohortes del Instituto Nacional del Cáncer de
EE.UU., demuestra que la actividad física nos permite huir de la guadaña. En
concreto, el informe, publicado en Plos Medicine, establece que las personas
que realizan algún ejercicio físico de forma moderada, como correr, prolongan
su esperanza de vida entre 3,4 y 4,5 años.
Saciados.
Que correr abre el apetito es una
leyenda urbana.Diversos estudios científicos revelan que practicar este ejercicio
aumenta nuestra sensibilidad a la leptina, una hormona que liberan las células
grasas y que porta un mensaje claro y directo para nuestro cerebro: ¡ha llegado
el momento de dejar de comer! De hecho, cuando por nuestras venas circula
leptina en abundancia, disminuye sensiblemente el placer que sentimos con cada
bocado.
Más energía mental.
Quemar el asfalto tiene un
curioso efecto en las neuronas: aumenta el número de mitocondrias, los
orgánulos que aportan energía a las células. Esto implica que practicar deporte
reduce el cansancio mental, según revela un estudio de la Universidad de
Carolina del Sur.
Con música rindes más.
Tanto si te gusta el rock como si
prefieres el pop o el hip hop, escuchar tus canciones favoritas cuando te
lanzas a correr mejorará tu rendimiento físico. Además, reducirás la percepción
del esfuerzo durante el entrenamiento, según estudio realizado por la sicóloga
Alexandra Lamont, de la universidad de Keele (U.K.).
¿Y si nos descalzamos?
En 1960, el etíope Abebe Bikila
batió el récord mundial en el maratón de los Juegos de Roma sin llevar calzado.
Desde entonces se debate si es mejor correr descalzos o con zapatillas de
deporte. Expertos de la Universidad de Calgary, en Canadá, han concluidos en
Footwear Science que apenas existen diferencias. La elección depende de gustos
personales, pues ni el rendimiento aumenta ni las lesiones disminuyen de una
forma y otra.
Contra la depresión.
Cuando corremos mejoramos nuestro
estado de ánimo. Es la conclusión a la que llegaron Ronald Duman y sus colegas
de la Universidad de Yale, en EE.UU., tras comparar la actividad cerebral de
ratones sedentarios con la de otros congéneres que pasaban horas trotando en
una rueda. Unos análisis genéticos
mostraron que la acción del gen que codifica la VGF, una molécula con efecto
antidepresivo, era muy elevada en los animales que practicaban ejercicio.
Aunque, Marcha atrás es mejor.
Una investigación publicada en la
revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences afirma que
corriendo hacia atrás quemamos el doble de calorías y mejoramos nuestro
equilibrio. Además, golpeamos el suelo con más suavidad, y necesitamos un 30%
más de energía, lo que hace que las lesiones de rodillas se reduzcan si
corremos hacia atrás.
,,!,,
Artículo publicado en la revista Muy
Interesante.
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