Para
los que necesitáis (que somos todos) un pequeño empujoncillo:
"La base de un cuerpo sano es: La alimentación, el descanso y el deporte."
Cada
uno de estos tres elementos debe ser diario, en su justa medida con respecto a
nuestra actividad cotidiana.
Hacer
cinco comidas diarias, eliminar el alcohol de nuestra dieta, las grasas
saturadas, y el exceso de proteínas. Aumentar la ingesta de frutas y verduras
frescas, y no olvidar los lácteos (sobre todo las señoritas, que lo necesitáis
más). Las porciones pequeñas, y el agua en abundancia. Y entre comidas (media
mañana y merienda) fruta.
Media
hora de caminata diaria es suficiente para empezar. No vale el rato que tardo
en ir a comprar. Se trata de calzarse unas zapatillas, pantalón y camiseta
fresquitas, y ser conscientes de que la marcha es mi ejercicio diario; el
cuerpo nos lo va a agradecer. Poco a poco se podrá ir aumentando, tanto la
cantidad como la calidad, Pero de momento lo importante es coger el hábito. La bici y la natación pueden ser tambien buenos aliados.
Dormir
lo justo te permite acometer el día con más ánimo. Entre siete y ocho horas
diarias es lo aconsejable. Es el momento en que nuestros músculos se relajan
totalmente, la mente se descarga de los problemas y tensiones diarios. Momento
en que, además, físicamente, nos limpiamos y regeneramos por dentro. El sistema
linfático no descansa, y nuestras células se regeneran.
Así
que tres tareas, simples e importantísimas, para empezar a cuidarnos de forma
fácil. Sin prisas, pero sin pausas. No nos va a suponer grandes esfuerzos,
aunque si un poco de atención en nosotros mismo. En quien mejor.
Si
nosotros estamos bien, las personas que están a nuestro alrededor lo estarán
también.
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