Semana desastrosa. Todos los inicios son, más o menos,
parecidos, pero si tenemos en cuenta que apenas tengo tres meses para preparar
un maratón, parece que el margen que me queda de “petardeo” es poco.
Si es que, el que es guapo... |
Debería estar ya marcando un ritmo de cinco minutos en los
últimos cuatro kilómetros de mis salidas, además de hacer los kilómetros
semanales planteados, claro; pero no es así. Además, de los cuatro días
programados sólo he podido salir tres, por lo que he quitado el día de calidad;
aunque el primer día me encontré con don Emilio y subí con él hasta la presa. No podía tirar con mi alma. Y
es que hay que comer mucho para aguantar el ritmito que marca el susodicho
cuesta arriba, por lo que casi lo considero un día de “calidad”. La segunda
salida fue el viernes, que cayeron 8 kilómetros, a las tres de la tarde y con
un calor de justicia. Bueno, la verdad es que el calor no me afecto, los hice
en el pabellón, en la cinta continua y con aire acondicionado. El sábado si que
hice lo previsto: 16 kilómetros, con dos paraditas técnicas, una para recuperar
aliento, y la otra para beber agüita. Bueeeeno, vaaaaaaaaaale, y para recuperar
aliento también.
Me queda el consuelo que al resto del personal no les va
mucho mejor que a mí, por lo que puedo
leer por ahí; aunque dice el refrán que “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Lo dicho que los comienzos no se me dan bien. A ver si en un
par de semanitas cojo el hilo de los entrenos y puedo contar otra cosa.
,,!,,