Son ya cuatro meses sin correr, y
casi dos años que no sigo un plan de entrenamiento para competir; además,
“atesoro” seis kilitos desde que me operé hasta ahora. Esto, unido a la rapidez
con que se pierde la elasticidad, el fondo, y la musculatura, me ha hecho que
me plantee este inicio de año desde cero; como un principiante.
Varios frentes son los que tengo ya
abiertos para retomar, en las mejores condiciones posibles, el running:
Primero frenar la perdida de musculatura y comenzar a
potenciar las piernas. Esto lo tengo ya en marcha, ya que los ejercicios de
rehabilitación han hecho su efecto, y ya estoy comenzando a meter peso en
ellos, y parece que poco a poco vuelve el tono muscular a las piernas. Aunque
todavía queda mucho.
El segundo punto a tener en cuenta es el perder algo
de peso, sobre todo por lo “tocadas” que
se quedan las rodillas. Así que mientras
llega el momento de poder correr intento comer más sano: quitar dulces,
cervecillas, fritos lo menos posibles, las cantidades más comedidas, etc. La idea es de ir perdiendo un par de kilitos
al mes para que cuando pueda comenzar a correr sufran lo menos posible las
articulaciones.
Y en tercer lugar trabajar la elasticidad y comenzar
a recuperar el fondo. Esto último, a la
espera de poder correr, lo incremento haciendo bici y piscina. Procuro hacer
tiradas cada día un poco más largas, que no más intensas, así, además de
trabajar el fondo físico, me ayuda a perder algo de peso.
Así estoy, comenzando; planificando
la mejor manera de entrar de nuevo en este mundillo que tanto me apasiona, y
que con un poco de suerte, en un par de meses, estaré de vuelta trotando y pensando en
hacer, esta vez si, un plan de entreno.
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