martes, 29 de abril de 2014

Media Maratón de Velez Málaga



Temporada finalizada. Con la media de Vélez Málaga queda completado el calendario de esta temporada 2013/2014, para mí, claro. Como ya habrá tiempo de sacar conclusiones, paso a la crónica de la carrera:


Salimos temprano desde Málaga; Emilio, Carlos, Chama y yo, en el coche del primero; que por cierto, el coche muy grande y muy bonito, pero no había donde poner la cinta que llevaba yo de Arévalo. ¿Para que leches quieres tanto coche? Menos mal que ahí estaba don Carlos, así que las bromas y risas no faltaron en todo el camino. Ya en el pueblo, el buen ambiente y humor, continuó con la llegada de Manolo, Antonio y José Francisco, compañeros del club con los cuales compartiríamos esta competición.

Caleta de Velez Málaga
El recorrido trascurre desde Vélez Málaga pasando por Torre del Mar, la Caleta de Vélez y vuelta al pueblo. Salida puntual de los mil corredores que nos dimos cita en  el polideportivo Fernando Hierro para hacer esta prueba. Me plantee desde un principio no sufrir, y mis ritmos pasarían por el 4:40 para los primeros kilómetros, y el 5, y 5:20 para las cuesta de los 10 últimos kilómetros. 




Manolo, Emilio, Yo, J.Carlos, Antonio, y Chema.
 Los primeros kilómetros son rápidos, en descenso hasta Torre del Mar, donde se recorre su paseo marítimo y la Caleta. Aunque  mi intención es disfrutar, como ya se sabe, no se puede evitar apretar en las competiciones, así que los primeros kilómetros los marco a 4:25, 4:30, hasta llegar al paseo marítimo donde cojo el 4:40 previsto para la primera parte. Dado la buena organización, no hay problemas para poder marcar ritmos desde un principio, y sólo señalar que si se piensa ampliar esta carrera en número de corredores, el paso por Torre del Mar quedará pequeño; puede haber aglomeraciones en algunos puntos. Había pasos bastante estrechos donde nos cruzábamos los corredores. En el kilómetro 12 el terreno comienza a picar hacia arriba, y tenemos que pasar alguna que otra cuesta bastante empinada. Mi ritmo baja a 5 minutillos, y tengo que regular en los tramos con más pendiente para no sufrir en exceso la falta de preparación de cuestas. En el 15, tras una cuestecilla puñetera, me da un bajón de esos que la cabeza te dice “para”, así que bajo más el ritmo, hasta pasar por el avituallamiento del 17, donde, tras hidratarme bien consigo pasar el trago, y retomar un ritmo sobre cinco minutos. Ya en el pueblo, la animación en las calles, y el final de las cuestas que se va adivinando, hizo que los dos últimos kilómetros se hicieran más llevaderos. Al final 1:44:39, y ganas del volver a correrla.




Añadir también, que hice un calor bastante considerable, cosa que tuvo en cuenta la organización y plantó nueve puntos de avituallamiento, los cuales aproveché sin excepción. Además, pese a no haberlo hecho nunca, me planté gorra y gafas de sol para competir, y no me ha pesado, todo lo contrario, lo he agradecido. ¡Qué calor que hacía!

Rehidratándonos.
En resumen, he terminado contento pese ha haber hecho un poco más del tiempo previsto. El objetivo principal era el no sufrir, y casi lo consigo.


Por supuesto, antes de volver, y tras intentar vender el casete de Arévalo a los lugareños, nos paramos a rehidratarnos como Zeus manda: una cerveza bien fría, claro. 


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viernes, 25 de abril de 2014

Me paro



Terminada, prácticamente, esta temporada. Después de la Media de Málaga, han sido dos semanas de transición, hasta llegar a la Medía Maratón de Vélez Málaga, carrera con la que terminaré este periodo de nueve meses que han supuesto mi reencuentro con la competición.

Amanecer en Málaga. (J.L. Escudero)
Han sido dos carreras de diez mil, un ocho mil, y cinco medias maratones. Ya llegará el momento de sacar conclusiones, sólo resaltar lo positivo del periodo, por suerte sin recaídas (no lo diré muy fuerte, me queda todavía el domingo próximo), ni lesiones importantes; y la certeza de que debo parar los entrenamientos hasta nueva orden. Toca recuperar. No puedo volver a caer en el error de hacer temporadas de doce meses, un año tras otro con apenas una parada de una semana entre temporadas. 



Ahora me encuentro en plena forma. Con poco que apretara  lograría bajar algo más mis tiempos de competición. Las sensaciones son claras, y nadie mejor que yo conoce mi cuerpo, pero esta vez haré lo que debo, y no lo que me pide el cuerpo. La cabeza la tenemos para algo, y ya que no me sirve para llevar pelo, la utilizaré para hacer las cosas, en este mundillo, con ella. Me paro.

El parón no significa no hacer deporte. En próximas entradas señalaré los nuevos proyectos, y la actividad a seguir en este periodo de “no correr” que pienso seguir. Porque, algo habrá que hacer mientras retomo la carrera, y eso de estar tumbado en el sofá no va conmigo. Los kilos los cojo en unas semanas, y me cuesta meses perderlos; además, no estaría mal el poder recuperar algo de la masa muscular perdida tras las operaciones, ponerme al día con las técnicas de natación, hacer bici; o incluso, pasear tomando el sol, que también es buen deporte.

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miércoles, 16 de abril de 2014

Crónica de la MMM 2014



No pudo ser. Estaba convencido de que mi tiempo rondaría la hora y media, y me he ido a la hora treinta y cinco. Tras una semana de “descanso”, me he puesto a analizar la carrera y el resultado final, la conclusión: me han faltado kilómetros de entreno; traducidos en salidas más largas, no en más días de entreno, y series más largas.


En los momentos previos.
A las nueve de la mañana ya estaba en los alrededores del Martín Carpena. El reencuentro con los compañeros. Las charlas, bromas y fotos, lo mejor de la jornada,  preceden al calentamiento. Quince minutos de trote y estiramientos, suficiente, y al cajón de salida. La “cabeza”, lo más importante en las carreras de fondo, está preparada y lista desde hace un mes. Dan la salida, y hasta el kilómetro dos y medio no consigo ponerme al ritmo previsto, 4´10´´ el kilómetro. Empiezo a adelantar a compañeros con tiempos previsto por encima del 1:40. Al “globo” del 1:35 le doy caza antas del primer avituallamiento, donde bajo el ritmo a 5´: no soy capaz de beber agua si voy a ritmo alto, y cuanto más cantidad, más tiempo debo de estar a ese ritmo. El caso es que me adelanta el globo 1:35 en el primer avituallamiento, para mí que iba muy rápido, pero como mi intención era llegar sobre 1:30, lo paso y me pongo a la vista del 1:30. En el diez, lo pierdo de vista; tengo que bajar otra vez el ritmo para beber, y con el calor que estaba haciendo, me cargo la botella entera. De vuelta de los Baños del Carmen adelanto a Jesús, el cual, pese a venir sin dormir, directo de una larga noche de trabajo, llevaba un ritmo para 1:35, cómodo para él: es corredor que está por debajo del 1:30.
Sol y calor desde el principio.


La entrada por las calles del centro me desconcertó. El suelo de adoquín, y mojado… malo. Bueno, desde aquí, ya empecé a bajar el ritmo. El cansancio, las continuas bajadas de ritmo, el calor; no quiero volver a lesionarme. A esa altura ya iba para hacer sobre 1:33. Pero la puntilla me la puso el globo del 1:35, que nos adelantó entre el 13 y el 14, e intente pegarme a él… lo aguanté apenas un kilómetro. Con la moral por los suelos, bajé el ritmo y me puse a trotar. Por suerte, Jesús se puso a mi lado, y me enganché a él. Seguía con su ritmo para 1:35, y tras comentar el tema del globito, dedujimos que iba muy por encima de este ritmo, como así se demostró al final: el globo de 1:35, entró en meta en 1:32, cuando en el kilómetro 5, iba a para 1:37, ó más.
Entrando en meta con Jesús.


La entrada en meta la hice junto a Jesús, en 1:35:23. Contento por el tiempo realizado, pese al calor y las malas sensaciones que sufrí en algunos momentos. Pero es normal, nunca sale una carrera como uno piensa.



Pica aquí para ver cómo fue mí carrera:  




La conclusión que saco sobre mi preparación es que los rodajes deberían haber sido algo más largos. Los tiempos de las series eran correctos, pero habría necesitado algunas series más largas: cinco miles, o incluso seis miles.  Es verdad que el tiempo no ha acompañado. A mí, el competir con calor, me “mata”. Pero la Media de Málaga ya se sabe que casi siempre hace calor, y que el recorrido es algo puñetero, el viento que siempre sopla… Así que lo que se debe hacer (lo que debo hacer) es quejarse menos, y preparar las carreras mejor (me he “regañao” a mí mismo). 
La clásica, con Juan Carlos.

 


             En resumen, que HE DISFRUTADO.

sábado, 5 de abril de 2014

Carta a Lali. "Dudas"



Estimada “Lali”, anoche no pude dormir, al igual que a ti,  las dudas se me anclaron en la barriga, y la cabeza no hacía otra cosa que pensar en si el sacrificio de estos tres meses tendría su fruto. Analizaba una y otra vez los posibles errores cometidos en la planificación del entreno. Pasaba lista sin parar a los tiempos realizados en las salidas de calidad. ¿Por qué no salí aquel día? ¿Por qué paré apenas con ocho kilómetros en las piernas? No llego en condiciones, estoy seguro de ello. Después de dos años y medio sin poder competir, ni casi correr, y tras el alta parcial médica me lanzo a retomarlo donde lo deje. Son casi tres años más, y viendo ya el cinco delante en mi cumpleaños. ¿Acaso me pude creer que con las operaciones, el parón, y los años, y un entrenamiento de tres meses es suficiente para volver a bajar el 1:30 en una media maratón?

Todavía me queda esta noche, y creo que no pegaré ojo. Como bien dices: sólo soy un “popular”; nadie espera que suba a ningún cajón. Mi meta son unos números que a nadie importa. ¿Por qué me preocupo? Me digo: “Sal sólo a disfrutar de nuevo. No compitas. No sufras”.  Pero no será así. 

Las dudas están aquí, Lali. Un montón de mariposas revolotean en mi barriga desde hace dos días, y presiento que esta noche no pararán, para empeorar más las cosas. Como puedes ver, es un “mal” que padecemos  pese a los muchos kilómetros que llevemos en las piernas.
Sé que mañana se me pasarán todas las dudas. Que cuando salgamos, y enfilemos la primera recta se pasaran. Las preocupaciones serán otras: El hidratarse, el reloj, el viento, no pisar un tapón en un avituallamiento…. No me acordaré de los entrenos, ni de cansancios, sueño, dolores de rodillas o pies, series… Sólo correr; correr contra mí mismo. 

Estas dudas, este miedo final, me han hecho, al igual que a ti, conseguir todas las metas que me he propuesto. Lo espero mañana para mí, y te lo deseo siempre a ti.

Suerte para tú próximo reto. Aunque sé que no la necesitas.

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